Cartografía en la Biblioteca AECID, viaje a un Reino eterno…

¿Cómo podría describir, en tan solo unas líneas, la profunda

¿Cómo podría describir, en tan solo unas líneas, la profunda experiencia profesional que he tenido trabajando con el fondo cartográfico de la Biblioteca AECID, sabiendo cuan inmenso y específico es este tema?

¿Cómo podría describir, en tan solo unas líneas, la profunda

Como bibliotecaria que soy, se me encomendó la tarea de catalogar más de 1600 mapas que representan el espacio geográfico de los cuatro rincones del mundo; de norte a sur y de este a oeste; y que ponen de manifiesto la amplitud de este espacio, así como su posición en relación a los espacios vecinos y los elementos que contienen. Los documentos son, principalmente, mapas de países árabes y de países iberoamericanos, sin olvidar algunos de África y de Europa.

¿Cómo podría describir, en tan solo unas líneas, la profunda

  La realización material de los mapas, con sus líneas bien calculadas y medidas para ser luego trazadas sobre papel, y sus colores, me atrajo en todos los sentidos: tanto visual, como intelectual y profesionalmente. Un viaje eterno que mi imaginación efectuó a través de estas hermosas colecciones de mapas; sin límite en espacio de tiempo y de lugar, señalado en la diversidad de los países, lenguas, culturas y acontecimientos diferentes que han marcado la historia de la Humanidad.

Por otra parte, la objetividad de mi deber profesional consistía en identificar correctamente la casuística de la variada representación terrestre y cósmica: la navegación (cartas náuticas); la ordenación del territorio (mapas topográficos y geológicos); los estudios demográficos o de comunicaciones (mapas de carretera, planos turísticos, por ejemplo); los aspectos militares y de defensa (mapas topográficos militares realizados por los ingenieros de defensa y los servicios del ejército).

¿Cómo podría describir, en tan solo unas líneas, la profunda

 Mi trabajo de catalogación de los mapas se presentaba como una tarea delicada y compleja. No sólo porque la normalización bibliográfica en la materia es relativamente reciente e inestable, sino también porque las normas elaboradas para el tratamiento de las monografías no están bien adaptadas a los recursos cartográficos. Para redactar el registro bibliográfico estaba obligada, por tanto, a buscar información en el mismo documento o a realizar consultas en aquellos catálogos de bibliotecas que hubieran empezado ya buenas prácticas de digitalización y, por ende, la difusión de su fondo cartográfico. Tal es el caso, por ejemplo, de la Library of Congress, la Biblioteca Nacional de España, la Bibliothèque Nationale de France y la Col.lecció de Gravats del Servei d’Arxiu i Llegats, del Institut D’Estudis Ilerdencs. También los proyectos de digitalización cooperativa como Europeana y Biblioteca Digital Hispánica. Por supuesto, a veces, algunos datos persistían en no mostrarse, como la mención del autor, algún número de identificación normalizado (al estilo del ISBN para libros, o el ISSN para revistas), el editor o, incluso, el lugar de edición. Justamente en ese momento es cuando aparecen las reglas de catalogación para definir lo indefinido ([S.l.] [s.n.] [s.a.]).

  No hace falta que diga tampoco que la multiplicidad de los recursos cartográficos en cualquier colección plantea igualmente un problema de ubicación. Las reglas de catalogación tradicionales recomiendan crear una única noticia para una serie y detallar las fechas y los lugares de las diferentes hojas que contienen en las notas de contenido. Esto esconde realmente la especificidad de cada plano o mapa y el valor e importancia de su contenido intrínseco. De la misma manera, las modalidades de catalogación de los mapas se aplican a todas las formas de representación gráfica de la superficie terrestre: planos en relieve, globos, fotografías aéreas, imágenes de satélites, panoramas, atlas, etc.

La organización de la noticia ISBD para los recursos cartográficos es rigurosamente idéntica a la utilizada para las monografías impresas, excepto en los puntos siguientes:

La organización de la noticia ISBD para los recursos cartográficos

• Datos genéricos
  • La expresión [Material cartográfico] debe consignarse a continuación del título propio.
  • Se recomienda precisar la técnica empleada. Por ejemplo, bajo el mismo título uniforme que encabeza por un país [Marruecos], el lector podrá fácilmente distinguir un plano o imagen de teledectación.
• Además, la descripción de los recursos cartográficos debe obligatoriamente mencionar una información poco familiar a los catalogadores no especializados: los datos matemáticos. Se trata de la escala usada en centímetros, con las coordenadas de la superficie representada en grados, y el sistema de proyección de una representación a un plano.

Para poner fin a mi historia, estoy convencida del nivel de cuidado y atención que demanda el tratamiento bibliográfico de los mapas en general, sin hablar de la pasión, amor y cariño que se tiene que tener para llevar a cabo este tipo de misiones como Bibliotecario.

La organización de la noticia ISBD para los recursos cartográficos

Para terminar, muy brevemente, os invito a visitar este bello fondo documental existente entre las paredes de la Biblioteca AECID. La catalogación de la cartografía se resume para mí en esta frase:

“La misión es magnífica, el objetivo es muy bueno, pero realmente el camino para llegar a buen puerto es duro y un poco complicado.”

¿Cómo podría describir, en tan solo unas líneas, la profunda